martes, 22 de junio de 2010

El Casposo Desden de la Doncella de Grandes Juanetes u "Otro Absurdo Pretencioso"

Surgido de las entrañas vacías de la depresión económica, el teatro del absurdo surgió como un tranquilizante de masas desempleadas, cuyas vidas se ahogaban en pocillos de sopa de col; aunque sólo la burguesía era la que podía pagara las entradas a tales eventos típicos de las urbes durante los años de interguerra.

La fórmula es bastante simple, sólo se necesita un escritor con ínfulas de genio adicto al opio y bisexual, capaz de unir la locura cotidiana, sin conexiónes ni moraleja, en un guión teatral que más parece un cadaver exquisito.

Si no se cuenta con el talento o el opio, coloque a 7 simios a unir frases de manera aleatoria y el resultado será casi el mismo


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Y ahora para disfrute de nuestro público, el grupo de teatro "la casa de la familia atolondrada" les presenta:

El Casposo Desden de la Doncella de Grandes Juanetes u "Otro Absurdo Pretencioso"


1er Acto:

La cocina más inmunda de la ciudad, La señora de la Casa está frente al fogón revolviendo las castañas y entra el Comisario.

La Señora de la Casa: ¡Desprecio!... ¡Maldito sea el comienzo de un nuevo año escolar! ¿Cómo es que va la tabla del 3?... ¡Desprecio!

El Comisario: ¡Feliz Navidad Señora!... Estoy investigando un caso que involucra un caballo y un bastón de madera...

La Señora de la Casa: ¡Desprecio!... Poco sé de crimen cometido por estos lares, aunque de caballos muchos relatos tengo, pero quedaron guardados en un cofre de piel que cariñosamente llamo "La juventud perdida"... ¡Desprecio!... ¿Dónde se ha metido?...

El Comisario: ¡Ya veo!... Desde mis años en la academia siempre se ha tornado color de hormiga el desarrollo de investigaciones y jucios cuando el crimen es el Himenicidio Equino... Me he de confesar fanático de los casos clásicos, pero ya poco se puede hacer, después de la enmienda a la ley de crímenes de naturaleza forzosa.

La Señora de la Casa: ¡Desprecio!... Si, mucho se ha hecho en el tema legal desde la muerte del caudillo, lo único que extraño de esos años son los azotes justificados y la emasculación terapeutica... Una se divertía mucho en la plaza pública viendo la barbarie de la ley siendo aplicada con justicia, pero desde la llegada del cine ya no es lo mismo... ¡Desprecio!...

Entra la muchacha de servicio con una gallina de hule en la mano.

La Señora de la Casa: ¡Desprecio!... ¿Donde te habías metido?... Hace tres horas que estoy buscándote... Es tu turno para contunuar el ciclo de la castaña en el hogar, y recuerda seguir las agujas del reloj porque si no tienes cudado germinan y hay que sembrarlas... ¡Ay de mi! ya no queda solar para más castaño en el jardín de la señora del hogar...

Desprecio: Disculpe la tardanza señora, pero con todo esto de la modernidad el señor de la casa ha decidido cambiar todas las gallinas y gallos del corral por estos juguetes de plástico...

La Señora de la Casa: ¡Obviamente! no pretenderás que nos quedemos fuera de la ruta de la vanguardia, ¡¿Sabes cuantas cuantas calorías tendría una sopa de gallina si se hiciera con uno de esos animales?!... Además, el palo del gallinero nunca estuvo tan limpio como ahora...

El Comisario: Es una tragedia todo eso... ¿Cuando entenderán los precursores de la modernidad que un castaño tiene derecho a su propio solar?... Recuerdo yo en los años del caudillo se promulgo la ley de solares para el desarrollo de especies de nueces, maníes, castaños y mamoneros... Era una buena época a pesar de todo...

2do Acto:

Plaza del pueblo, chusma iracunda armada con antorchas y palos reclaman la última cabeza de pescado...

Pescadera: ¡Aléjense de mi puesto de una vez por todas! El sol se está poniendo, estoy cansada del barullo formado y necesito aniquilar las ratas de mi dormitorio...

Coro de la Chusma: ¡Oh pescadera ingrata!... ¿Que te cuesta dar la cabeza del pargo si duermes entre ratas?... Tus manos escamosas son y tus humores son dignos de las cloacas... Por más años que no lleves macho a la cama, calma nuestra razón y entréganos el último pescado precursor de rumores...

Pescadera: Si eso es lo que quieren despedácen el botín entre ustedes, yo me niego a seguir alimentándolos por ingratos... ¡A partir de mañana me dedicaré a criar mariposas en un frasco!...

Prostituta: ¿Y tanto alboroto por un pobre pescado?... ¡Mírenlo, está muerto!... Y será engullido sin los honores respectivos... ¿A caso no les da verguenza?...

Coro de Chusma: Rindemos honores al que lo merece... Con papas y fideos, celebremos los heróicos actos del especímen...

Ciego: ¡Veo la luz!

Beata del Pueblo: ¡Milagro!

Prostituta: ¿Qué ha pasado?

Ciego: ¡Veo la luz!, he tocado al sabroso pescado y mi vista ha vuelto...

Aparece el comisario...

Comisario: ¡Alto todo el mundo!...

Beata: Llamen al señor obispo, ha ocurrido un milagro...

Comisario: Ni una palabra más señora, la declaración de milagros es un delito mal pagado... Primero tengo que verificar que el milagro ha ocurrido...

Prostituta: ¿Y quién le ha dado potestad ante tal cuestión sobrenatural?

Comisario: La enmienda de ley secular...

Prostituta: Bendito sea...

Coro de Chusma: ¡Inmaculada la faz del juzgado en pena!

Comisario: Veamos... Cuantos dedos tengo acá señor ciego...

Ciego: Debo confesar que a la escuela no he ido, por lo que de letras y números nada sé... Sólo puedo decir con absoluta seguridad que suyos son 10, 5 en cada mano... Presentar más que lo nombrado aseguro que de una malformación se trata o alguien ha quedado manco...

Comisario: mmmm... Ya veo, si bien razón tiene parece evasivo en la respuesta, en ese caso me puede decir ¿de que color son las enaguas de la beata?...

Ciego: querido comisario, como ciego he nacido no sé qué es el color... además, no me han hecho las pruebas que confirmen la ausencia de daltonismo... Lo único que puedo asegurar es que al tratarse de una beata, su alma no tiene mácula, por lo que sus enaguas deberían ser blancas, pero conociendo las malas mañas de la gente de la comunidad, la señora en cuestión no lleva ninguna... Lo puedo afirmar, porque durante la trifulca tomó mi mano y a la fuerza me hizo palpar su entrepierna...

Beata: Lo vé comisario... ¡Milagro!...

Comisario: Dos pruebas son suficientes en este caso... ¡Llamen al Monseñor y corran la voz del milagro!... Pero a la beata me temo que debo castigar por cometer actos impúdicos usando mantilla...

Coro de Chuisma: ¡Viva la ley! ¡Viva el Monseñor! ¡Viva el Castigo a la que a la mantilla no ha respetado!

Beata: ¡Milagro!

Prostituta Convertida: Al templo vayamos y comentemos las buenas nuevas durante el cotilleo de la tarde...

3er Acto:

En la iglesia. El cura trasvestido camina de un lado al otro mientras el diácono le sostiene la capa.

Cura Trasvestido: Entoces recapitulemos... El puré de castañas lo pone la señora de la casa, desprecio traerá la sopa insípida, la pescadera traerá el circo de las ratas y el ciego se encargará del guardapolvos.

Diácono: Sólo falta esperar que saquen las peticiones de la pila bautismal y todo estará a tono para la celebración...

Cura Trasvestido: Hace años que estoy planificando este evento... Será lo ideal para levantar la moral del pueblo...

Diácono: Si... Recuerdo aquellos días del Caudillo, cada 2 por tres había que limpiar el platíbulo tras cada jucio por improperio...

Cura Trasvestido: ... Eran tiempos de horror y pillaje... Todos los días había una mutilación, una castración y hasta los agravíados tenían el derecho de bailar sobre la tumba de los padres del culpable cuando se violava la ley para el orden de los igredientes de la ensalada.

Diácono: ... ¡Que recuerdos!... Yo fuí uno de los beneficiados... Recuerdo que bailé toda la noche al ritmo del mambo sobre la tumba de la nefasta cocinara que sirvió una ensalada rusa que fué revuelta en contra de las leyes naturales de las agujas del reloj...

Cura Trasvestido: Eran otros tiempos mi fiel amigo... Pero debemos agradecer la llegada de la modernidad a estas tierras...

Diácono:... Claro que si Monseñor... Gracias a eso he podido cumplir mi sueño de acompañar a un representante de la religión mientras defeca...

Cura Trasvestido: Y yo puedo disfrutar de la suvidad de la seda en mis piernas sin cometer delito alguno...